Leo con pesar las noticias que llegan desde Beirut. Un atentado con bomba mas ha causado varios muertos, entre ellos un alto mando del ejercito. La posibilidad de una nueva guerra civil esta cada vez mas cercana, casi inminente.
Estuve viajando por Libano hace un par de años. Habia leido muchas cosas, la mayoria de ellas buenas, sobre este pais mediterraneo. Y he de decir que mis expectativas no fueron defraudadas, mas bien al contrario. La amabilidad de sus gentes, la belleza de sus paisajes y los maravillosos conjuntos arqueologicos que tuve la suerte de visitar hicieron que este pequeño y, lamentablemente, inestable pais dejara una marca indeleble en mi corazon.
Libano siempre fue un ejemplo de convivencia religiosa. Nunca existieron demasiados problemas entre los diferentes cultos que alli pueden encontrarse. Cristianos, drusos, sunnies y chiies disponian incluso de un sistema por el cual se repartian las instituciones y los diferentes cargos politicos del pais. Pero a raiz del nacimiento del estado de Israel empezaron los conflictos fronterizos entre los dos paises, que llevaron a la creacion de grupos terroristas como Amal y Hizbullah entre la poblacion chii, mayoritaria en el sur de Libano. Esto fue visto por Siria con una gran oportunidad, por un lado disponian de grupos afines con los que atacar a Israel y por otra parte, la situacion politica libanesa se desequilibraba, con lo que la vieja aspiracion siria de anexionarse el pais vecino empezaba a tener visos de realidad. La situacion en Libano empezo a hacerse muy inestable y culmino en una cruenta guerra civil que duro varios años.
Cuando llegue a Beirut la guerra civil hacia unos años que habia terminado. Aunque Siria seguia manejando los hilos que le permitieran la anexion total del territorio libanes, el pais empezaba a lamerse sus heridas. Hasta el turismo, verdadero motor de la economia libanesa antaño, estaba empezando a recuperarse.
Durante unos dias maravillosos nos dedicamos a recorrer el pais con entusiasmo. Visitamos Baalbek, uno de los lugares mas impresionantes que existen en el mundo. Recorrimos las ruinas de Anjar, paseamos por la medina de Sidon. Llegamos hasta la ciudad de Tiro, desde donde se divisa territorio israeli, donde pudimos dar una vuelta entre los restos de la antigua ciudad fenicia, emplazados junto al Mediterraneo. Nos tomamos un te en las cafeterias de aspecto decadente y siempre con un toque frances del centro de Beirut. Nos acercamos a alguna bodega en el valle de la Bekaa, donde se producen vinos que no tienen nada que envidiar a los españoles o franceses. Degustamos los placeres de la gastronomia libanesa, autentico estandarte de la ahora tan demandada dieta mediterranea.
Y, sobre todo, hablamos con la gente. Recuerdo a Marie, a Pierre, a algunos otros relacionados con el mundo del turismo. Estaban alegres porque tras muchos años de crisis podian volver a ejercer su trabajo. Cuando llegamos a Byblos, ultima parada de nuestro viaje, mi hijo de 2 años estaba dormido en el asiento trasero del coche. Procedi a despertarlo para poder ir a visitar el conjunto arqueologico pero Pierre me dijo: 'No lo despierte, por favor. Yo cuidare de el'. Cuando volvimos, un tiempo mas tarde, Pierre y el niño jugaban tranquilamente junto al coche.
Al despedirme de Pierre en el aeropuerto, le dije:'Ojala tu pais salga adelante y nunca mas tengais que sufrir una guerra'. Un mes mas tarde, Israel respondia a una provocacion de Hizbullah bombardeando Beirut. El resto es bien conocido.
Por favor, que alguien, quien sea, impida una nueva guerra civil en Libano. ¿Que habra sido de Pierre, de Marie, de los otros?...
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