jueves, 3 de enero de 2008

El derecho de manifestación en España

No entiendo muy bien el revuelo que se monta cada vez que la Iglesia Católica o las víctimas del terrorismo (las que no son afines al partido gubernamental, por supuesto) organizan una manifestación. Supongo que se debe a que el PSOE no las tiene todas consigo de cara a las próximas generales y pretende asegurarse al menos una pequeña parte del voto católico.

Siempre he pensado que en España no hay democracia por mucho que a los políticos se les llene la boca con esta palabra. La razón es simple: en España no hay separación de poderes. Lo primero que hace el Poder Ejecutivo tras su toma de posesión es manipular y controlar descaradamente al Poder Judicial. Esto lo hemos venido viendo desde que en España tenemos 'democracia' sea cual sea el partido que gobierne.

Ahora bien, en esta presunta democracia en la que vivimos tenía entendido que cualquiera puede manifestarse libremente sin ser discriminado por raza, sexo u opción religiosa. Sin embargo la izquierda de nuestro país se arroga un día tras otro este derecho a la manifestación, que está recogido en nuestra Constitución, recordémoslo. Si se manifiestan los carteros o los bomberos, no hay problema. Si lo hacen los curas, las familias o las víctimas del terrorismo no afines, inmediatamente salen el señor Blanco y sus secuaces a tratar de acallar su voz.

Mención especial merece el señor Llamazares. Cuando critica al PSOE tras la manifestación 'porque no ha puesto a la Iglesia en su sitio' supongo que no se referirá al sitio donde los partidos de izquierda ponían a los curas y a las monjas hace unas décadas en nuestro país. O quizás sí, quién sabe.

3 comentarios:

sancho dijo...

Creo, fmanega, que en esta ocasión confundes la velocidad con el tocino. No se trata de cuestionar el derecho a manifestarse como es este caso que nos ocupa, sino las declaraciones en el tono de movilizar masas y ponerlas en contra de.....
En cuanto a tu duda sobre si hay ó no democracia, es tu opinión, siento no compartirla.
Un saludo.

Garraio dijo...

Solo conozco a un político que metió a la iglesia en su sitio. Fue, de lejos, el mejor político de la historia portuguesa y unos de los grandes a escala mundial. Sebastiao José de Carvalho e Melo, (1699-1782) conocido como Marqués de Pombal, primer ministro del rey D José I.

Lo que hizo con los curas fue muy sencillo: los llevo al estuario del Tajo, los montó en unos barcos y los envió para el Vaticano.Se acabaron las conspiraciones.

Me revienta hablar de la iglesia, esos representantes del Banco del Vaticano, que hacen banal la palabra “cinismo”. No todos son así, por supuesto. Pero regla general, siguen las directrices del Papa, un tío que, por casualidad, esta muy cerca del espíritu nazi.

Curas, curas, son los que están en misiones en África o en América Latina. Esos si que practican la palabra de Jesús.

Invocar problemas sociales que ellos saben que no existen, ocultando, al mismo tiempo la verdadera razón de las movilizaciones que no es otra que crear instabilidad en el Gobierno, utilizando su "zona" de influencia es, a todas luces, meterse fuera de su rol.

Y como es fácilmente comprensible, este es otro tema completamente diferente de una “simple” huelga de carteros o de mineros.

Digo yo, f... no sé...

“!Ven aquí, Marques, ya haces falta otra vez...!”

Anónimo dijo...

Lamento deciros que no habeis entendido el espíritu de mi escrito.

Yo no entro en las razones de la Iglesia. De hecho me dan igual, no sigo los preceptos ni de los curas tradicionales ni de los nuevos. Entiéndase por nuevos curas el lobby gay, los Sindicatos, las organizaciones ecologistas, algunas ONGs...y, por supuesto, los políticos.

Lo único que pretendía apuntar es que un derecho Constitucional como es el de manifestarse deberían poder ejercerlo con igual libertad los curas tradicionales como lo ejercen los nuevos curas. Sin que el partido en el Gobierno pusiera el grito en el cielo cada vez que algún nuevo cura ejerce este derecho.