Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga.
Esta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.
Huyo un día, y ella no desistía, dos días y nada...
En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
¿Puedo hacerte una pregunta?
- No he tenido este precedente con nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar...
¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No
¿Yo te hice algún mal?
- No
Entonces, ¿Porqué quieres acabar conmigo?
- Porque no soporto verte brillar...
jueves, 5 de junio de 2008
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1 comentario:
He cambiado esta leyenda por la foto que os prometí ayer, pero me es imposible esta tarde-noche subir fotos a Blogger. Lo siento.
Otro día será.
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